El Salón de París, la exposición de arte más importante de Europa del siglo XIX, lugar donde despegaban carreras de jóvenes talentos, o por el contrario eran masacrados por la crítica. En el salón de París eran aclamadas obras que evocaban hazañas épicas y escenas mitológicas, los jurados, cada vez más conservadores y académicos sólo aceptaban obras que se ajustaban a los estándares de una belleza clásica. Durante al menos 200 años, la exposición en el Salón de París era esencial para cualquier artista que pretendiera triunfar.
Pero este post no se trata ni de los cánones establecidos, ni de Cabanel, ni de Napoleón; al que Jacques-Louis Davis en busca del favor imperial, le representó cruzando los Alpes en un brioso corcel blanco, cuando en realidad iba montado sobre un vulgar asno... Leer más...