3/05/2012

LA ULTIMA OFERTA DEL AÑO

¡Son esos! , ¡Si!, ¡Son los que estaba buscando! – Es lo que me dije a mi misma cuando vi los zapatos de doble correa color café que tanto quería. Los tomo rápidamente antes que otra tipa me los gane, le pregunto a la señorita si tenían el modelo en mi talla. Después de una agónica espera, y una revisada a los zapatos que estaban en oferta, regresa la señorita de la bodega, cargando el zapato café como doctor cargando una mascota pequeña, diciéndome que no lo logró, no hubo zapato de mi talla 5, solo hay talla 4. Depresión total, los zapatos de ensueño que tanto quería, el modelo perfecto, el precio adecuado, todo estaba ahí, excepto la talla. ¡Pero no!  ¡No me rindo! ¡No me voy de este lugar sin llevarme unos zapatos de oferta! Así que empiezo mi exhaustiva búsqueda frenética de zapatos de mi talla, sandalias, botas, flaps, lo que sea, tengo que aprovechar la oferta.
Después de un tiempo considerable y varias miradas de desprecio de mis colegas buscadoras de ofertas, me cargo 3 pares de zapatos, ¡si señor! ¡Que orgullo! ¡Lo logré! Me dirijo feliz a la caja, el total asciende a casi 2 mil pesos, pero no importa, lo valen, saco la tarjeta de mi cartera, la señorita hace el cargo, me voltea a ver y me dice las cinco palabras que mas odiaría una mujer que le digan: SU TARJETA HA SIDO RECHAZADA!! Noooooo, no puede ser, mi mundo se viene abajo, después de tanto tiempo y dedicación me iré con las manos vacías, lavare la decepción, me sumaré a la inmensa cola de helados de nutrisa, el doble de mango con granola siempre me pone de buenas... Leer más...