11/21/2011

No fuimos campeones, pero si heroes de futbol

Miró el reloj son casi las 4 de la tarde, sólo restan 10 minutos para  que termine la primera mitad; es una soleada tarde de principios de Junio, en el ambiente hay un olor a humedad y a tierra mojada, a mi pies un pasto perfectamente recortado, a lo lejos se oyen los gritos de los niños jugando y disfrutando sus helados de limón para refrescarse del calor, se podría decir que es una tarde casi perfecta, pero esta poética imagen es rota en ese instante por un mal pase dado en la media cancha; de nuevo a la realidad, se pierde el balón, nos agarran 2 contra 1, le ganan por velocidad al último defensa, van mano a mano frente al portero,  ¡es inminente que anotará!, tira con portería abierta…… ¡Ufff! ¡Nos volvimos a salvar! El balón sale arriba del larguero. Inmediatamente el árbitro da el silbido final se acaba la primera mitad de este partido de fútbol.


El equipo rival se acerca a su entrenador, retratan rostros de coraje, ellos saben que tendrían que ir ganando por un marcador amplio, pero ¡Oh caprichoso fútbol! Tan similar a la vida, no siempre recibe las recompensas quien las merece, sino quien sabe aprovechar las oportunidades. Por otra parte, en el otro equipo se observa miradas perdidas, mentes  confundidas, rostros cabizbajos que reflejan que solo es cuestión de tiempo que se geste una goleada en contra de ellos y  una derrota para este equipo.   Pero ¿ Por qué el destino es así?, semanas antes no les hubiera importado en lo absoluto perder, pero este día se jugaba más que un partido, más que un resultado, se jugaba el orgullo, se jugaba el honor, se jugaba darle por fin un golpe a una tiranía.

Porque todos en algún momento soñamos ser Pelé, Maradona, Beckham, Zidane, Cuauhtémoc Blanco, Del Piero, Jorge Campos, hacer el gol del triunfo en el último minuto...